Archivo mensual: mayo 2012

Goethe y Vargas Llosa al otro lado

Auf der anderen Seite (conocida en España como Al otro lado) es una película de Fatih Akin. De ascendencia turca, la filmografía de este cineasta alemán, que incluye el drama y la comedia, se caracteriza por presentar personajes que se encuentran entre dos mundos: el mundo occidental (representado por Alemania, espacio en el que se desarrollan todas sus películas) y el mundo oriental (Turquía, siempre presente por la ascendencia turca de sus personajes y, en varias de ellas,como espacio del desenlace).

El protagonista de esta historia es Nejat Aksu (Baki Davrak), un joven profesor de filología alemana de origen turco, con el que Akin zarandeó algunos de los prejuicios que todavía existen en Alemania sobre los turcos:

De hecho, los turcos tienen un papel clave en Alemania en el campo cultural, político y científico. No se limitan a la prostitución. Para Yeter, la educación es tan importante que acepta prostituirse para pagar los estudios universitarios de su hija. Nejat se ve reflejado en esa sed de conocimiento.[1]

Y es en Nejat donde coinciden dos alusiones literarias. La primera se produce en el contexto de una de sus clases en la Universidad de Hamburgo. Nejat lee dos citas de Goethe para  explicar la oposición del poeta a las revoluciones, no por motivos éticos, sino debido al carácter incontrolable de las mismas:

¿Quién querría ver a una rosa florecer en lo profundo del invierno? Todo tiene su tiempo: las hojas, las yemas, las flores. Solo el necio pide este extemporáneo éxtasis. (Wer wollte schon eine Rose im tiefsten Winter blühen sehen? Alles hat doch seine Zeit: Blätter, Knospen, Blüten… Nur der Thor verlangt nach diesem unzeitgemäßen Rausch).

Yo estoy en contra de las revoluciones, porque en ellas se destruye lo viejo y acreditado, al mismo tiempo que se crea algo nuevo  y bueno. (Ich bin gegen Revolutionen, denn es geht genauso viel bewährtes Altes kaputt wie gutes Neues geschaffen wird) [2].

La lectura de Nejat se realiza ante una dormida Ayten Öztürk (Nurgül Yesilçay). Perteneciente a un movimiento de resistencia turco vinculado con la guerrilla, ella ha llegado a Hamburgo huyendo de la policía de su país.

La segunda alusión no es tan explícita y pasa fácilmente desapercibida. Cuando Nejat se muda a Estambul y compra la librería alemana que encuentra ahí, se produce un cambio en el aspecto de esta. Así, cuando entra por primera vez en ella, en el centro se ve un cartel con el retrato de Oscar Wilde:

Y después, cuando se convierte en su dueño, aparecen dos carteles distintos en el mismo lugar:

Vargas Llosa [3] e Isabel Allende reemplazan a Wilde. Y aunque es aparentemente un detalle insular (opuesto a las citas de Goethe, bien engarzadas en la trama principal), no creo que sea resultado de la pura casualidad. Akin habla un poco de español, está casado con la actriz alemano-mexicana Monique Obermüller (quien colabora en sus películas) y para esta cinta fue asesorado por el escritor mexicano Guillermo Arriaga (guionista de Amores perros, 21 grams yBabel) como se evidencia en la factura de historias entrecruzadas de la misma. Por ello, los carteles podrían ser un guiño hacia los gustos literarios, ya sea del propio Akin, ya sea de sus colaboradores.


[2] Estas citas pertenecerían realmente a Richard Friedenthal, biógrafo de Goethe.

[3] Al lado de su nombre aparece el de la editorial que publica sus obras en Alemania: «Suhrkamp».

Deja un comentario

Archivado bajo Alemania, Cine, Especial, Goethe, Hispanoamérica, Literatura en alemán, Literatura latinoamericana, Vargas Llosa

Hispanistentag 2013

El Hispanistentag es el Congreso de la Asociación de Hispanistas Alemanes (Deutscher Hispanistenverband), que se realiza bianualmente. El último tuvo lugar el año pasado en Passau y el próximo 2013 Münster será la sede de su décimo novena edición, cuyo tema central es: “La Hispanística tendiendo puentes”. A continuación una lista con diez de sus dieciséis secciones:

  1. Mitos en la calle. La resonancia del mito en la literatura de los conflictos políticos del siglo XX y XXI
  2. Roberto Bolaño: Narrando el comprender del mundo. Perspectivas interdisciplinarias
  3. El otro colonialismo. España y el norte de África entre imaginación e historia
  4. Palabra y número
  5. Historia e historias: representaciones de la historia en el cómic latinoamericano actual
  6. Entre conocimiento y experiencia: Nuevas formas documentales en España y Latinoamérica
  7. Procesos comunicativos en la prensa hispánica
  8. Ciudades latinoamericanas del siglo XXI: realidades y representaciones culturales y lingüísticas
  9. Nueva luz sobre la “Leyenda Negra”. Ambigüedades en vez de estereotipos
  10. Religiosos, ilustrados, científicos y literatos: El factor en la Ilustración española e hispanoamericana

La convocatoria para participar en sus secciones está abierta hasta el 15 de octubre del 2012. En la página del congreso se pueden encontrar mayores detalles sobre sus temas, así como las direcciones de contacto de sus organizadores.

Deja un comentario

Archivado bajo Alemania, Congresos, Especial

Los alimentos del hombre de Calderón

Calderón de la Barca, Pedro. Los alimentos del hombre. Ed. Miguel Zugasti. Kassel: Reichenberger / Pamplona: Universidad de Navarra, 2009. 342 pp. (ISBN 978-3-937734-75-0)

Escribí una reseña de la edición de este auto sacramental en RILCE, 28.1, 2012, pp. 276-279 (actualmente disponible aquí). A continuación algunos párrafos de la misma:

El estudio comienza indagando en las celebraciones del Corpus Christi de 1676, a partir de las memorias de apariencias y demasías de Los alimentos del hombre que se guardan en un legajo del Archivo de la Villa de Madrid. Si bien, como Zugasti reconoce, es extremadamente difícil determinar los textos breves que acompañaron la representación de los autos debido a su carácter acomodaticio (dichos textos eran intercambiables, por lo que podían emplearse en distintos festejos), uno de los aportes notables de su edición es la recuperación del vínculo con una de dichas piezas: la loa. En este sentido, siguiendo las investigaciones de Rafael Zafra, Zugasti recupera la loa del auto: la llamada Loa del reloj. Empero, nos recuerda que la conexión entre loa y auto: “nunca se sintió como algo fijo e inamovible” (p. 17), lo cual ejemplifica el recorrido de esta pieza breve, pues su vínculo con Los alimentos del hombre desapareció en los impresos del siglo XVIII, en los que aparece unida a los autos El tesoro escondido y A tu prójimo como a ti mismo. Aunque el crítico no consigue recuperar el resto de piezas breves que acompañaron al auto, recoge y organiza la información que se tiene hasta el momento sobre la música y las danzas que completaron su estreno.

Sobre el argumento, se sigue el paradigma compositivo de un juicio; en este caso concreto se trata de un pleito por alimentos que, de acuerdo con el investigador: “nuestro dramaturgo conduce magistralmente, guardando un total equilibrio entre el plano literal del juicio y el alegórico” (p. 27). Así, el auto se inicia con la expulsión de Adamo del Paraíso por haber cometido el pecado original. Su Padre, quien había fundado un mayorazgo en favor de su hijo y sus descendientes, revoca la donación del mismo y se la entrega a Emanuel, su segundo hijo, quien se convertirá en el intercesor de su hermano. Fuera del Paraíso, Adamo despide a la Razón Natural y se entrega al Apetito, de lo que no tarda en arrepentirse, pues este solo puede ofrecerle “hambre fiera”. Luego, presencia el desfile de las cuatro estaciones, las cuales, cumpliendo la orden del Padre, le niegan la asistencia que les solicita y solo le entregan varias herramientas (azada, hoz, podadera y cayado) para que Adamo consiga el sustento por sí mismo: este, sin embargo, desnudo y sin fuerzas, no es capaz de emplearlas. Se queja por lo lastimoso de su condición (versos que recuerdan las quejas de Segismundo en La vida es sueño) y sus lamentos son respondidos por Razón Natural, quien le revela que el derecho natural no permite a ningún padre negar el sustento a su hijo y encaminarlo a la mendicidad. Así se configura el ámbito jurídico-legal por el cual avanza el auto.

Desde su mismo título, se anuncia el espacio en el que se moverá el auto, puesto que, como el estudioso apunta: “alimentos, además del sentido recto de ‘viandas o vituallas’, es voz que juega disémicamente con el significado legal de ‘las asistencias de maravedís que dan los padres a los hijos’” (p. 38). En este sentido, se debe resaltar el detallado trabajo de anotación que el académico ha realizado en lo que se refiere a las voces jurídico-legales (agente, artículo, concluir, decir, definitiva, etc., listadas bajo un rótulo del mismo nombre en el índice de notas), necesario para poder entender a cabalidad los juegos que el texto plantea entre sus distintos sentidos: el mero sentido nutricional, el sentido judicial o legal, y el sentido alegórico o trascendental.

Deja un comentario

Archivado bajo Calderón de la Barca, Crítica textual, Reseñas

Copacabana de los Incas

Baltasar de Salas fue un fraile agustino, originario de Salamanca, que estuvo en el Alto Perú (la actual Bolivia) entre 1612 y 1626. Durante dicha estadía escribió una serie de informes sobre Copacabana, la ciudad a las orillas del lago Titicaca, centro del culto indígena  al ídolo de Copacabana y, tras la colonización española, de uno de los principales cultos marianos de las Indias: el de la Virgen de Copacabana. La única edición que se conserva de dichos escritos es la que el franciscano Jesús Vizcarra Fabre publicó en 1901 bajo el título: Copacabana de los Incas. Documentos auto-lingüísticos e isografiados· del Aymáru-Aymára. Protógonos de los preamericanos.

Recibido negativamente por la crítica, tanto el libro como su autor (quien falleció en 1904, tras perder el uso de la razón) fueron desacreditados. Por ejemplo, Riva Agüero y Osma calificaba a Vizcarra como un «loco de remate» y a su libro como «Un deforme e ininteligible conjunto de desvaríos y disparates». La razón para estos adjetivos se encuentra en los límites poco claros entre lo escrito originalmente por el agustino y las intervenciones de su editor. Como Vargas Ugarte señaló: «[Vizcarra] con lamentable confusión, entreveró conceptos tomados del P. Salas con ideas de su propia cosecha, resultando un todo enigmático y absurdo».

Hasta la pasada década el único ejemplar de esta obra en Europa se hallaba en el Ibero-Amerikanisches Institut (IAI) en Berlín. En 2010 fue reeditada en Bolivia por la Fundación Flavio Machicado Vizcarra, acompañada de algunas reproducciones facsimilares de los escritos de Salas. Sus editores proponen releer la obra bajo una luz diferente: «se trata de una investigación original del autor sobre una serie de documentos inéditos y seguramente incompletos, guiada por un objetivo específico que […] puede ser más bien el resultado de la inquietud de un grupo de la sociedad paceña de finales del siglo XIX por indagar su propio pasado y del pasado indígena».

8 comentarios

Archivado bajo Alemania, Crónica de Indias

Cuentos fantásticos del Romanticismo hispanoamericano

Esta selección de cuentos, publicada en la colección Letras hispánicas de la editorial Cátedra[1], constituye un aporte notable a la investigación del cuento fantástico, no solo por los relatos que agrupa, sino también por el estudio introductorio que los acompaña. En el mismo, además de justificar los criterios que guiaron su selección, José María Martínez delinea las características de este género durante el Romanticismo hispanoamericano. A continuación recojo dos puntos de mi reseña de este libro, la cual será publicada en un próximo número de RILCE.

La definición de cuento durante el Romanticismo hispanoamericano

Durante el siglo XIX y comienzos del XX el término cuento tuvo un significado polisémico que lo hacía equivalente a cuadro, leyenda, escena, tradición, relato, novela, etc. Aunque durante ese mismo tiempo se inició la teorización sobre el cuento literario (la que llevará a su refinamiento y consolidación como un género independiente), Martínez prefiere mantener la concepción del cuento que se manejó durante el siglo XIX. Así, en su selección incluye leyendas al estilo romántico (“La fiebre amarilla” y “La sirena” del mexicano Justo Sierra), tradiciones que continúan el modelo de las de Ricardo Palma (“La esquina del muerto” del venezolano Francisco Tosta García), relatos que anuncian el cuento literario (“El ruiseñor y el artista” y “Nunca se supo” del argentino Eduardo Ladislao Holmberg), relatos de carácter costumbristas o naturalista (“La vencedura” del uruguayo Javier de Viana) y relatos que anuncian los cuentos líricos o las crónicas del Modernismo (“El baile de las sombras” del colombiano Carlos Martínez Silva). Con ello, el estudioso subraya la homogeneidad existente entre estas formas narrativas, que si bien han sido clasificadas como “heterogéneas» por la crítica posterior, conformaron un género a los ojos de los narradores y lectores decimonónicos.

Hiperrealismo y subversión en el cuento fantástico

El “hiperrealismo” es otro de los componentes claves del relato fantástico que Martínez subraya y que, a su parecer, ha quedado postergado por las lecturas que encuentran en lo fantástico un contenido subversivo y contestatario contra la solidez del mundo realista e histórico. Si lo fantástico consiste en una ruptura inesperada de las leyes del mundo realista, esto solo es posible tomando como punto de partida un mundo no solo “realista” sino “hiperrealista”, en el que se insiste en su cotidianeidad y sujeción a las leyes y principios de la metafísica aristotélica, de modo que estas son reivindicadas. Por ejemplo, en relación con el principio de causalidad (uno de los principios que, se supone, la literatura fantástica pone en entredicho), en relatos como “Yerbas y alfileres” (y todos los contenidos en “Coincidencias” de Juana Manuela Gorriti) no se renuncia a una causa no fantástica, sino que esta aparece como múltiple o no unívoca. Así pues, la causa de la recuperación de Santiago puede ser científica (efecto de las hierbas medicinales que le administra el doctor Passaman por recomendación del célebre botánico Boso) o fantástica (resultado del desarme del muñeco vudú que realiza la supersticiosa esposa del médico). De ahí que para Martínez la literatura fantástica sea más un “oxímoron metafísico” que un movimiento subversivo.

Asimismo, si bien los autores recogidos en esta antología comparten las reivindicaciones ideológicas y artísticas del Romanticismo, carecen de una orientación política común, pues representan no solo diferentes posiciones políticas, sino que las mismas se encuentran ancladas en sus correspondientes coordenadas vitales. Así, junto al mexicano José María Roa Bárcena (“El hombre del caballo rucio”, “Lanchitas”), miembro de la Junta de Notables que ofreció a Maximiliano la corona de México; aparece el militar ecuatoriano Juan de Montalvo (“Gaspar Blondín”, “Las ruinas”), quien destacó por su anticlericalismo y oposición a los dictadores Gabriel García Montero e Ignacio de Veintemilla.


[1] En dicha colección se han publicado anteriormente otras antologías del cuento fantástico: Cuentos fantásticos modernistas de Hispanoamérica (2003) y Cuentos fantásticos en la España del Realismo (2006).

5 comentarios

Archivado bajo Hispanoamérica, Reseñas, Siglo XIX