La hispanista alemana Gisela Beutler (1919-1996) dedicó dos artículos a La aurora en Copacabana de Calderón:
- 1984: «Alusiones a adivinanzas en La aurora en Copacabana de Calderón«, Indiana 9, pp. 39-58.
- 1998: «Pedro Calderón de la Barca: La aurora en Copacabana», en: Texto e imagen en Calderón. Undécimo Coloquio Anglogermano sobre Calderón, ed. Manfred Tietz, Stuttgart, Steiner, pp. 63-74.
El primero, como su título reza, indagaba en el uso de adivinanzas en la comedia:
Se documenta en el artículo que el enigma (adivinanza) como «forma sencilla» (Einfache Formen, Jolles) se emplea en algunas comedias de Calderón. El enigma evocaba el interés del humanismo del siglo XVI, época en que se publicaron varias colecciones importantes de este «género chico» literario. Se usaba intercalar escenas bucólicas, en que había certámenes de adivinanzas, tanto en el teatro primitivo (Juan del Encina), como en la novela pastoril profana y «a lo divino». Lope de Vega nombra acertijos en El villano en su rincón. Calderón emplea la voz «enigma» como sinónimo de «complicada trama dramática» en Basta callar. En La aurora en Copacabana alude al acertijo de parentesco. En la misma comedia inserta de modo indirecto una antigua adivinanza tradicional sobre el viento, la que adquiere dentro del contexto dramático el significado demonológico de espíritu maligno (Idolatría). También Miguel Ángel Asturias en Mulata de Tal identifica un ser mítico y diabólico con «el viento».
La revista Indiana ha sido colocada en línea por el Ibero-Amerikanische Institut (IAI), de modo que el artículo completo puede consultarse aquí.
En el segundo artículo, publicado póstumamente y resultado del Coloquio Anglogermano de 1996, Beutler abordó diferentes aspectos de la comedia en los apartados que lo componen: «El milagro de Cuzco», «El culto mariano en Madrid», «El trasfondo americano», «El tema mariano o religioso», «La Idolatría». Entre sus aportes merece destacarse que la hispanista propuso que la comedia estaría relacionada con la expansión del culto de la Virgen de Copacabana en España y, en tal sentido, sugirió su vinculación con la entronización de una imagen de dicha advocación mariana en el Convento de los Agustinos (conocido como «Convento de Copacabana») en 1662. Esta hipótesis es generalmente adjudicada solo a Victor Dixon, quien la postuló en su reseña a la edición de Ezra Engling, publicada en 1998 (Bulletin of Hispanic Studies 75, pp. 264-266).
Saliendo de lo académico, cuando visité Hamburg (la ciudad natal de Beutler), experimenté una curiosa ilusión óptica. Esta es la bandera de la ciudad:
Debido a que en algunas banderas que ondeaban en la ciudad (sobre todo en la zona del puerto) el escudo era más grande de lo normal y/o no estaba bien definido, a la distancia, para mi admiración, lucían como la bandera peruana. Komisch oder?